8 de marzo: El empoderamiento en la maternidad y la lactancia

Actualmente, son pocas las personas que no han oído nunca hablar sobre el “empoderamiento”, ya que es un concepto en auge y que cada vez se utiliza más dada su importancia pero, ¿realmente sabemos qué es el empoderamiento y cómo llevarlo a cabo?

El empoderamiento es el proceso mediante el cual personas o comunidades adquieren control sobre los asuntos vitales, es decir, supone adquirir o reforzar la capacidad de decisión y tener confianza en sí mismo y en sus habilidades para afrontar los acontecimientos que pueden ir surgiendo en el día a día. Significa estar bien informados/as para tener la oportunidad de elegir qué queremos y qué no y poder actuar en consecuencia.

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Es por todo esto que se encuentra frecuentemente ligado al  movimiento feminista, haciendo referencia a la necesidad de concienciarnos y actuar ante las desigualdades de género. Sin embargo, cuando una mujer decide ser madre, a esas desigualdades de género se le añaden aquellas relacionadas con la maternidad, y más aún cuando se opta por dar el pecho y la defensa de la lactancia materna.

Es por todo esto que se encuentra frecuentemente ligado al  movimiento feminista, haciendo referencia a la necesidad de concienciarnos y actuar ante las desigualdades de género. Sin embargo, cuando una mujer decide ser madre, a esas desigualdades de género se le añaden aquellas relacionadas con la maternidad, y más aún cuando se opta por dar el pecho y la defensa de la lactancia materna.

Es habitual que desde el momento en el que una mujer comunica su embarazo se convierta en el foco de consejos, trucos y juicios de valor de amistades y familiares además de los constantes ofrecimientos de ayuda no solicitada: “no lo estás cogiendo bien, mejor déjame a mí”, “tardas mucho en ponerle el pañal, mira cómo lo hago yo”, “deja que llore para que no se acostumbre a estar en brazos”, “voy a llamar a mi madre para que venga a ayudarte con el bebé cuando me vaya a trabajar, así me quedo más tranquilo/a”. Muchas de estas afirmaciones pueden enviar a la madre el mensaje de que no se confía en sus capacidades para el cuidado de su hijo/a y que ella misma no se perciba capaz, lo que puede provocar que no se sienta una madre “válida” y encontrarnos con pensamientos del tipo: “soy una mala madre, no sirvo para esto”.

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Otras situaciones se dan, por ejemplo, cuando un profesional sanitario nos da una información que no entendemos o con la que no estamos de acuerdo o cuando al dar el pecho en un establecimiento o lugar público intentan echarnos o llamarnos la atención. Es fundamental disponer de estrategias de comunicación asertivas para expresar nuestra opinión y nuestro malestar, defender nuestros derechos  y poder decir “No” a demandas u ofertas de ayuda sin sentirnos mal por ello.

Por esto, es muy importante que desde muy temprano se empodere a la madre, pero, ¿cómo?:

  1. Concienciarnos de que somos nosotras las responsables de nuestra salud y  nuestro bienestar y por lo tanto debemos hacernos cargo de ello y no conformarnos con indicaciones o consejos no fundamentados.
  2. Buscar información basada en la evidencia científica. Actualmente y gracias a internet, a los grupos de apoyo, asociaciones y a los talleres de preparación al parto y de lactancia podemos acceder a ella (siempre que esté actualizada).
  3. ¿Qué es lo que realmente queremos hacer? Ser conscientes de qué queremos, qué nos hace felices y nos da bienestar para orientar nuestros esfuerzos a conseguirlo, elaborar un plan de acción y llevarlo a cabo.
  4. Recordar que tenemos posibilidad de decidir sobre nuestros asuntos y capacidad para ello, somos libres para elegir y defender nuestros derechos.
  5. Expresar nuestra opinión y malestar de manera asertiva, entendiendo el punto de vista de la otra persona y reconociendo su intento por apoyarte. Poder decir que “NO” a peticiones u ofrecimientos de ayuda que nos puedan incomodar. Si no quieres algo, di que no.

Peter´s Pool (14).JPGEn conclusión una mamá empoderada es aquella que está bien informada y bien formada, que tiene confianza en sí misma y se percibe como capaz para tomar decisiones sobre aquellas cuestiones vitales con el objetivo de estar y sentirse bien y tener una maternidad feliz. De esta forma será capaz de poder afrontar y analizar todo tipo de consejos y/o críticas, decidir si son o no válidos e imponer su propio criterio si así fuera necesario de manera asertiva y positiva.

Es importante añadir y recordar que todo lo que necesita un bebé es a su mamá: su olor, su calor, sus caricias, su voz, sentirse querido y que lo alimenten. Para él su mamá es perfecta tal y como es por el hecho de ser su mamá, quién le cuida, le protege y le quiere. Todo lo demás, la mejor forma de aprenderlo es por ensayo y error, haciéndolo, equivocándonos y volviéndolo a intentar: poner un pañal, dar un baño, vestir al bebé, cogerlo, etc.

Por lo tanto, decide qué quieres y ve a por ello. No te conformes si algo no te convence, expresa tu opinión y tus emociones con asertividad. Equivócate sin sentirte mal por ello y vuelve a intentarlo. Haz y sé todo lo que necesites para sentirte bien y ser feliz, empodérate, pues tu bebé lo único que necesita de ti es lo que ya eres por naturaleza, su mamá.

¿Eres capaz? Por supuesto que sí.

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Judith Campello López.

Graduada en Psicología.

Especialidad en infancia y perinatalidad.

Os esperamos mañana viernes en la charla.  Apúntate al evento https://www.facebook.com/events/108722306591500/ o envíanos un wasap https://goo.gl/96hmCS

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