El pasado miércoles en el taller «de mare a mare» hablamos sobre el reflejo de «sintonización» de la teta que hacen muchos bebés, también llamado «la radioteta». A algunas os sonará, otras no sabéis de lo que os estamos hablando, y otras lo estaréis viviendo cada vez que amamantáis.
Hoy vamos a hablar de cuando nuestro querido bebé adquiere una gran habilidad con sus manitas, hace la pinza y “oh, vaya “, encuentra nuestro otro pezón. Puede que lo toque, lo rasque con sus afiladitas uñas, lo gire, le de vueltas e incluso lo estire como si fuera un chicle.
Pues bien, esto es totalmente normal, nuestro bebé es muy inteligente y es por lo que toca con su manita el pezón que está libre mientras amamanta, estimula el reflejo de eyección, que produce un aumento de la oxitocina, la hormona encargada de la subida de leche.
No es un vicio, no lo hacen por molestar, ni lo hacen por diversión. Es algo completamente normal, la mayoría de bebés “mayores” lo hacen, como si estuvieran «sintonizando» una radio.
Las mamás en el taller de mare a mare nos contaban cómo han lidiado con esta situación en ocasiones un tanto molesta:
- Hablar con nuestro bebé, a pesar de ser pequeño entiende a la perfección que eso a mamá no le gusta. Por ejemplo: decirle que la teta está dormida, que le hace pupa.
- Distraerle con un collar de lactancia o un juguete.
- Coger su manita, darle un beso y cambiarla de lugar.
- Ofrecerle su mantita de apego (si tu bebé tiene).
- Tapar el pecho.
- Intentar no gritar ni alzar la voz (el bebé se puede asustar o bien, si ve una reacción de la mamá que se sale de lo habitual podría llevarle a repetirlo sólo por ver de nuevo esa reacción).
También hablamos de cómo nos sentimos, cómo nos afecta que nuestro bebé active la “radioteta”. Es normal sentir rechazo, ya que es molesto, puede que estemos cansadas, que estemos más sensibles, por ejemplo, cuando ovulamos, hay días que nos puede afectar más y otros días menos. Incluso puede que ni te moleste la radioteta.
La conclusión que sacamos todas las mamás en el taller es la importancia de comunicarnos con el bebé. Ya sea diciéndole que nos molesta, o simplemente llevando la atención hacia otra parte, como jugar con su manita y darle un beso, hablarle, coger un juguete, que nos toque la nariz y suene “din don”.
Incluso es común que cuando el bebé ha sido destetado quiera introducir su mano, acariciar nuestro pecho y tocar el pezón. El contacto con mamá, su piel, su olor, es algo que les relaja.
Por lo tanto, siempre siendo conscientes de que es algo natural, que no lo hacen por molestar, ni fastidiar a mamá. Que es normal que lo hagan, que podemos sentir rechazo, y está bien, no pasa nada.
Ahora que ya sabes el porqué, te invitamos a poner en práctica alguno de estos consejos.
¡Nos podéis dejar en comentarios vuestros trucos!
Queridas mamás, mucha paciencia. Esperamos que os sirvan estos consejos. ¡Aquí tenéis vuestra tribu!