Esta semana os compartimos una nueva historia de embarazo y lactancia, que nos servirá para conocer más sobre algunas complicaciones importantes que pueden surgir en el embarazo, para aprender más sobre la lactancia con un bebé prematuro y para descubrir también la increíble fuerza que puede haber en una madre para salir adelante por ella y por su bebé recién llegada a este mundo.
Nuria Mora es una de nuestras socias que ha colaborado de forma altruista haciendo de modelo junto a su hija para el calendario de lactancia de La Mama d´Elx de 2021. Agradecemos a Nuria Mora por hacernos llegar su relato, que compartió en una ponencia con todos los asistentes a las IV Jornadas de Lactancia Materna el pasado noviembre.
«En el nacimiento de mi hija tuvimos una separación física fuerte, aunque felizmente hemos tenido una lactancia bonita y un vínculo precioso. Esta es mi historia:
Mi embarazo fue normal hasta que a los seis meses empecé a desarrollar una preeclampsia no diagnosticada y no tratada porque la confundieron con síntomas propios del embarazo: retención de líquidos, hinchazón, etc. A los siete meses y medio fui hospitalizada de urgencia por una subida fuerte de tensión y a los dos días me hicieron una cesárea ya que mi hija y yo estábamos en riesgo.
Cuando sacaron a mi hija la vi de refilón, escuché unos instantes su llanto y rápidamente la metieron en la incubadora porque era prematura y bebé de riesgo.
Desafortunadamente, ese mismo día a mí me ingresaron en la UCI porque desarrollé un edema pulmonar debido a la preeclampsia con graves problemas respiratorios. Estuve cinco días en la UCI mientras mi hija estaba en la UCI de neonatos. Hubo una separación física muy brusca, aunque emocionalmente estábamos unidas con el corazón y con la mente y eso nos dio fuerzas a las dos para salir de donde estábamos.
La lactancia empezó cuando yo estaba en la UCI con un sacaleches que me llevó una matrona y comencé a estimular mi pecho para que desde el primer momento pudiera producir leche. Al cuarto día me llevaron a ver a mi hija y fue la primera vez que la vi en la incubadora. Posteriormente, salí de cuidados intensivos, estuve unos días más en el hospital y continué con el proceso de sacarme leche. Al principio me salía muy poca cantidad: 5 ml, 10 ml, 15 ml, etc., pero a pesar de la poca producción inicial de leche no cedí en el proceso. Eso no sería determinante, ya que logré una lactancia satisfactoria posterior.
En neonatos mi hija fue alimentada por un banco de leche materna que hay en el hospital de Elche y con leche de fórmula. A la semana aproximadamente empezamos a hacer “programa canguro”, donde podíamos pasar largos ratos piel con piel, lo que favoreció el vínculo y la afectividad. Pasamos momentos muy íntimos donde ella podía estar cerca de donde había estado durante varios meses con su mamá y con el latido del corazón. Esto favoreció que mi pecho produjera algo más de leche y en todas las tomas de biberón me la ponía al pecho para que me sintiera, me oliera y alguna vez me hizo alguna succión en el pecho llenándome de satisfacción y alegría. Esto hizo que ella aumentara de peso acortando el periodo hospitalario.
Cuando vinimos a casa seguí con el sacaleches, ofreciéndole mi pecho, aunque no podía succionar mucho tiempo porque no tenía suficiente fuerza para mamar. Por la noche dormía en una minicuna de colecho, lo que favoreció mucho la lactancia materna porque poco a poco le fui quitando algunas tomas de biberón a cambio de hacer más tomas de leche materna. Por el día me ayudó mucho hacer un registro de las horas, del tiempo que pasaba entre toma y toma, para tener en cuenta la cantidad y el alimento que estaba tomando. Mi prioridad fue ir eliminando biberones y que poco a poco fuera tomando más pecho.
Mi hija hasta los dos meses aproximadamente no se cogió bien al pecho. Después de este tiempo mamaba muy bien. A partir de los seis meses comenzamos con la alimentación complementaria y con la leche materna. Actualmente, tiene dos años y seguimos con la teta.
Estoy muy agradecida por los talleres de lactancia de la matrona y los de la Mama d’Elx que me ayudaron emocionalmente, psicológicamente y favorecieron mi lactancia materna.
Contando esta experiencia personal quiero enviar un mensaje de empoderamiento, de fuerza y amor a todas las madres que quieran ofrecer leche materna a su bebé y que estén pasando dificultades, y decirles que a pesar de todas las dudas que puedan surgir en el proceso de lactancia, que confíen en ellas mismas como madres y que tengan presente el amor en todo momento.»
Me ha encantado leer tu historia de lactancia. Ojalá la hubiera leído antes de tener a mi bebé! En muchas cosas me ha recordado a mis inicios, también con una separación, también con final feliz. Gracias!
Hola Ana:
gracias por darnos feedback sobre la historia de hoy del blog. La intención con la difusión de estos relatos es dar voz a las madres para que puedan contar sus experiencias de embarazo, parto y lactancia, y al mismo tiempo poder llegar a otras mamás para apoyarnos unas a otras y saber que no estamos solas, y también nuestra intención es poder llegar a futuras mamás para que conozcan de primera mano experiencias de otras mujeres que les puedan ayudar a ellas a tomar decisiones conscientes sobre su maternidad. Me alegro que te hayas sentido identificada en el sentido de que tu historia también haya tenido un final feliz a pesar de todo. Te animo a que te suscribas a nuestro blog para no perderte ninguna publicación de las que vayamos haciendo.