En 2015 asumió la presidencia de la asociación Anaís Ferrández, tras la marcha de Fina Urbán. Anaís es una mujer muy polifacética, con una gran capacidad de liderazgo y mucho tesón. Sus ganas de cambiar las cosas en el terreno de la lactancia y la maternidad han llevado a lo más alto a la asociación La Mama d’Elx. Bajo su presidencia, hasta 2020, se han conseguido grandes logros como la edición de la primera Guía Jurídica de Lactancia, gracias al convenio que desde hace unos años promovió entre La Mama d’Elx y la Clínica Jurídica de la UMH, y que le valió en 2020 el premio de la Cátedra Clínica Jurídica dentro de los premios Cátedras institucionales del Consejo Social de la UMH. Actualmente, sus inquietudes la han llevado a ocupar el cargo de tesorera en FEDALMA (Federación española de asociaciones pro-lactancia materna), donde continúa trabajando por los derechos laborales de las mujeres en su periodo de maternidad. Tuvimos la oportunidad de entrevistarla recientemente, y esto fue lo que nos contó.
Anaís, has sido la tercera presidenta de la asociación La Mama d’Elx, pero has estado implicada en ella ya desde mucho antes. ¿Nos podrías contar cómo ha sido tu paso por la asociación?
Cuando di a luz a mi primera hija necesité ayuda y no la encontré, no existía asociación y en agosto muchas matronas estaban de vacaciones. Intentamos crear una asociación, pero mi incorporación al trabajo no me permitió terminar de ayudar en su creación. Unos años después descubrí que se había creado y ayudé en la parte informática a crear una web, a hacer bases de datos, encuestas, en redes sociales, … lo que me pidiera la junta o la asamblea general, aquello en lo que como estadística pudiera ayudar.
Poco a poco me fui implicando más, ayudando más y disfrutando siempre.
– ¿Qué fue lo que te llevó a implicarte de forma más activa en el órgano de representación?
Las circunstancias, una presidenta que se marcha y un «o eres presidenta o se acaba la asociación». Mi objetivo como presidenta fue buscar el relevo constante para que nunca sucediera la desaparición de una asociación tan necesaria, que acompaña a tantos «nacimientos de madres».
Mi mayor implicación fue cuando la presidenta fundadora se marchó, quedando Fina Urbán y yo al cargo de la asociación. Poco después también Fina tuvo que abandonar el barco, y me sentí que iba a la deriva, pero no, Fina ya había prendido la mecha para que el cohete despegara hacia lo más alto, y poco a poco se fue creando el equipazo que hizo resurgir de sus cenizas al ave Fénix, equipazo que podéis ver en la foto del primer calendario en la ladera del río.
Actualmente el equipo ha ido cambiando y siempre se va mejorando. Muy a mi pesar tenemos que ir dejando paso a las siguientes mamás, este es parte de mi objetivo «relevo constante». Para ello tienen que ir entrando nuevas mamás, nuevas ponentes, nuevas voluntarias, y las que llevamos más tiempo hemos de dejar nuestro legado y confiar en este relevo, que como digo siempre irá mejorando, la actualización, el crecimiento, también forma parte de la evolución de una asociación.
– ¿Cuál ha sido tu momento más especial en la presidencia?
Los momentos especiales han sido muchos, pero la I Jornada de Lactancia Materna en Elche, fue un reto inimaginable, que llegó a muchas personas, muy emotivo con la bailarina y su bebé, a todas nos saltó una lagrimilla, ver que somos tantas las que pasamos por lo mismo y esa unión tan poderosa, además de un escenario tan acogedor, creo que nunca lo olvidaré.
El reconocimiento del Consejo Social de la UMH es algo que nunca olvidaré. Creo que este hecho da mucha fuerza para seguir trabajando como asociación. Llegar a la sociedad es uno de los objetivos de la asociación más costosos, y este reconocimiento por parte de un colectivo social tan importante, ayuda a que veamos que estamos en el camino adecuado.
En mi etapa de presidenta he hecho de todo, atención telefónica, secretaria, tesorera, presidenta, voluntaria, planificadora, diseñadora, community manager… y no por fascículos, sino todo a la vez, dentro de esta vorágine de tareas, encontraba el aliento y la necesidad de seguir trabajando en alguna llamada de teléfono, en los talleres semanales en la asociación, ayudar directamente a una mujer que estaba pasando por algo que yo ya había pasado, darle la mano y guiarla en sus primeros pasos de maternidad, ese acompañamiento madre a madre, es lo más emocionante y gratificante de ser presidenta… o voluntaria, ya que cómo presidenta yo siempre he sido una voluntaria más.
– Y ya, para finalizar, ¿qué le dirías a tu » yo del pasado» al inicio de la lactancia?
A mi «yo del pasado» le diría que durante toda la vida nos formamos para muchas «cosas», pero no para parir, ni amamantar, dos puntos de inflexión muy grandes en nuestra vida, dos cambios radicales física y mentalmente, para los que la sociedad actual no nos prepara a las mujeres. Pero la vida nos da nueve meses para leer, hablar, escuchar, ver vídeos y formarnos en estos temas olvidados e infravalorados, acompañar a nuestro bebé en el útero materno, en el camino de salida a la vida y ayudarlo en el regazo materno con la leche materna a formar y madurar su aparato digestivo, convertirte en una superheroína por unos meses u años, ya que no todo el mundo, ni en todo momento, un ser humano tiene el superpoder de crear vida y crear leche materna. Hacernos respetar por todo nuestro entorno, no estamos enfermas, estamos embarazadas, recién paridas y amamantando, con unas transformaciones físicas evidentes y unos cambios emocionales obvios. ¡Disfrútalos, respétalos y compártelos!