«Me gustaría contar aquí mi experiencia con la lactancia, ya que es bastante especial. Aunque imagino que en realidad todas lo son, de una u otra forma.
Me quedé embarazada de Oriol hace ya más de cuatro años. Desde el principio supe que quería alimentarlo con lactancia materna, así que me informé todo lo que pude, leí muchísimo y acudí a todas las sesiones de Educación Maternal que se impartieron en el centro de salud, con especial interés a las dedicadas a la lactancia y la alimentación. Digamos que la teoría la conocía bastante bien, y además contaba con el apoyo de mi pareja y mis familiares.
Al nacer Oriol, se acopló perfectamente a uno de mis pechos, concretamente al izquierdo. Pero el derecho… ¡ay, el derecho! No hubo manera, y mira que probamos diferentes posturas, trucos, pezoneras, … Pero nada. Durante unas semanas, mi hijo se alimentó exclusivamente de mi pecho izquierdo, y yo iba vaciando el derecho con un sacaleches que me compré para ello. Poco a poco, mi pecho derecho dejó de fabricar leche, y llegó un día que ya no vi necesidad de seguir extrayendo. Oriol mamaba perfectamente de un solo pecho, se alimentaba genial y crecía y engordaba según lo previsto, así que el único problema era estético, porque había una diferencia de tamaño considerable entre mis dos pechos. Nada que no se pudiera arreglar con un buen sujetador.
Al cumplir Oriol seis meses, justo cuando empezamos a introducir la alimentación complementaria, me quedé embarazada de Marc. A pesar de la sorpresa, fue una buena noticia. Oriol siguió mamando de mi pecho izquierdo durante todo el embarazo. Al nacer Marc, Oriol tenía 14 meses. Decidí ofrecerle mi pecho derecho, porque tras el parto, se llenó de leche otra vez. Y esta vez sí, Oriol aprendió a mamar del pecho derecho, así que decidí asignarle a cada uno de mis hijos un pecho: Marc el izquierdo, y Oriol el derecho. Estuvimos así una temporada, aunque por las noches yo me despistaba y terminaban mamando los dos del pecho izquierdo. Así, poco a poco Oriol fue dejando nuevamente el pecho derecho, esta vez de forma gradual, y me pedía siempre el izquierdo, que también era el preferido de Marc.
A día de hoy, Oriol tiene tres años y medio y Marc, dos y medio. Hacemos lactancia en tándem con un solo pecho. A nosotros tres nos va bien así, por lo que así seguiremos mientras lo deseemos. Y los tres felices.
Muchas gracias por leer nuestra historia.»
Ana Quesada
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